Tigre le ganó a Banfield en el sur, en un partido donde durante el primer tiempo el árbitro Fernando Espinoza no cobró un penal para el Matador y el VAR ni siquiera llamó a revisar. Sin embargo, por esas cuestiones del fútbol, el equipo de Domínguez, que fue más en la tenencia, lo ganó en la última jugada, precisamente por un penal que Nicolás Contín cambió por gol.
Tigre presentó varios cambios en su visita al Florencio Sola y un novedoso esquema 4-1-4-1, buscando ser certero y peligroso por las bandas. El arranque del partido en el Sur fue de estudio: el Matador tuvo más la pelota en los primeros 15′ pero el Taladro la más clara, después de una mala salida de Ortega que Rivera no pudo aprovechar.
Tigre tenía posesiones largas pero fallaba en cada pase final: o se regalaba la pelota o se repetía en pases profundos divididos. No le fluía el juego al visitante y en ese interín Banfield, que lejos estaba de ser dueño del partido, se aproximó más veces al arco de Zenobio. En 30′ era un trámite de muy poco vuelo futbolístico.
Prácticamente no pasó nada en el último tramo. Domínguez explotó contra Espinoza por una falta clara no cobrada a favor de Tigre y se fue expulsado. Con poco, el juez del encuentro ya había calentado demasiado las pulsaciones y cada jugada se protestaba. El VAR no llamó al árbitro por un penal sobre Arias en un tiro libre y desde ahí todo se caldeó.
El Matador salió con la misma actitud soporífera que en el primer tiempo, no tenía y directamente ya no cruzaba mitad de cancha. Banfield estaba envalentonado y Tigre no podía mantener la pelota. A los 16′, a la cancha Armoa y Cavanagh en lugar de Medina y Ferreyra, de olvidable partidos ambos. El paraguayo de punta y Cavanagh sorpresivamente de volante por izquierda.
Al rato, Nico Diez juntó a la doble punta: Contín adentro, afuera Ortega y Garay de cuatro. A Tigre le costaba todo horrores pero el momento de Banfield había pasado y para los 25′ el partido había vuelto a emparejarse.
Banfield se quedó con uno menos para los últimos 10′ y el partido cambió completamente. Tigre se plantó en campo contrario y una mano de Brandon Oviedo le permitió abrir el marcador faltando tres minutos. Contín se hizo cargo del remate, pateó fuerte al medio y Tigre se puso en ventaja después de haberla pasado mal toda la tarde.
Con muy poco, el Matador consiguió un triunfo vital para cortar la racha de cuatro sin conocer la victoria. De esta manera, llega a 34 puntos y escala una posición en la tabla anual, al menos hasta que juegue Independiente Rivadavia. Igualmente, Domínguez no se va a ir para nada conforme con lo futbolístico, claro está.