El Matador se trajo un valioso punto de Córdoba tras la goleada en Victoria frente a Boca, consolidando una levantada para el equipo de Domínguez. Aunque no tuvo un buen primer tiempo y comenzó perdiendo en el segundo, los cambios le permitieron equilibrar el juego y alcanzar el empate, finalizando incluso mejor que el equipo local.
El Matador salió decidido a apretar a La T en su juego de tenencia: presión alta desde la salida y un mediocampo plantado para no dejar girar a Botta y Ortegoza, los dos generadores del equipo cordobés. El déficit, algo repetido para los de Victoria, era la falta de profundidad en las recuperaciones. Cuando se hacía de la pelota, la volvía a perder rápidamente sin generar peligro.
Cuando el local pudo llevar el juego al campo de Tigre, lo complicó. Primero con un disparo de Ortegoza desde afuera del área que reventó el travesaño de Zenobio; luego, con un par de centros cruzados que el arquero del Matador resolvió bien.
Promediando el primer tiempo, Talleres ganó en paciencia y Tigre la fue perdiendo. Los cordobeses comenzaron a hilvanar pases en campo rival, y una buena jugada a los 22 minutos terminó en otro tiro desde afuera de Tarragona que exigió a Zenobio, quien mandó la pelota al córner. Apenas 6 minutos después, un centro al segundo palo de Navarro rebotó en un defensor del Matador y se estrelló en el palo. Zenobio llegó a rozarla y volvió a salvar a Tigre.
Lo único de los dirigidos por Sebastián Domínguez en la primera mitad fue un centro desde la derecha de Garay que Ramírez cabeceó bien, obligando a trabajar a Guido Herrera.
Talleres continuó con el dominio del juego, pero sin generar más chances. El equipo de la zona norte se fue al descanso con un empate sin goles, lo cual era un premio considerando lo superior que había sido su rival.
La superioridad de Talleres en el primer tiempo logró plasmarse en el marcador recién a los 7 minutos del complemento, en la salida de un córner que terminó en un centro al segundo palo. Los de Victoria marcaron mal el ingreso de Barticciotto, quien pifió su remate, pero la pelota le quedó a Tarragona, que finalmente abrió el marcador para los locales.
A los 13 minutos, con Tigre aún afectado por el gol, un centro atrás que recibió Rubén Botta, solo en el centro del área, fue controlado por una impresionante atajada de Zenobio, quien cerró el arco en lo que sin duda era el segundo de Talleres.
Domínguez movió el banco para buscar un Tigre con mayor presencia y dio ingreso a Forclaz y Banegas en lugar de Galván y Moreno.
Y fue uno de los ingresantes Forclaz quien después pase profundo de González remató de afuera del área la pelota que fue desviada por Herrera.
Minutos más tarde, Domínguez ajustó su ofensiva e ingresaron Sebastián Medina en lugar de Blas Armoa y Facundo «Chuky» Ferreira por el venezolano Ramírez.
Tras los cuatro cambios, Tigre logró emparejar el partido y generar peligro en el área de Talleres con buenas combinaciones entre Forclaz y Maroni.
En una destacada jugada colectiva, luego de un cambio de frente y un primer remate, el rebote le quedó a Forclaz, quien ingresando al área sacó un potente disparo que venció a Herrera, poniendo el 1 a 1 a los 34 del complemento. Un empate que parecía lejano tras el gol de Talleres, pero que, gracias a los cambios, en pocos minutos, Tigre comenzó a hacer méritos para alcanzarlo.
Después del empate de Tigre, el partido tuvo pocas acciones relevantes. Los de Victoria se mostraron bien posicionados e incluso finalizaron el encuentro en mejor forma que Talleres, que había demostrado una clara superioridad en la primera mitad.
El próximo partido, Tigre recibirá en casa a Platense el domingo 3 de noviembre para disputar otro gran clásico de la zona norte.