El juzgado penal juvenil que interviene en el caso del chat de los alumnos en el que se hablaba de un ataque con armas de fuego en la Escuela Media 4 de Ingeniero Maschwitz ordenó que, durante cuatro meses, los estudiantes involucrados no podrán acercarse a un radio de 100 metros de la escuela y deberán recibir educación virtual y/o particular para no perder el dictado de clases.
“Estamos a disposición de la Fiscalía que está llevando adelante este caso, para resolver la situación. Una de las alumnas implicadas ya se atendía en el Hospital de Salud Mental y Adicciones de Belén de Escobar, ya que presentaba algunos trastornos psicológicos. Es lógico que ahora haya miedo y exista la ansiedad de resolver esto ya, pero cada chico o chica es un mundo y es entendible la preocupación de las familias. Se trató de un caso en el que toda la comunidad educativa actuó rápido y bien: los propios compañeros de la chica que participaron del chat, que cuando vieron que ella parecía hablar en serio dieron aviso a sus padres, estos a las autoridades educativas y, por supuesto la rápida intervención de la Justicia de Menores”, expresó el secretario general del Municipio, Carlos «Beto» Ramil, quien se acercó al lugar y tuvo una reunión con la inspectora distrital, la directora del establecimiento y los padres y madres de los alumnos y alumnas que se acercaron a la puerta del establecimiento.
El martes -el día en el que se viralizaron los chats- las autoridades de la escuela habían realizado una primera reunión solo con los padres del curso involucrado. El miércoles -feriado- se comunicó las acciones al resto de los padres de la escuela y se los convocó a una nueva reunión, general, que se hizo el jueves. Hoy viernes se produjo ese último encuentro de carácter espontáneo.
La investigación está a cargo de la Fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil N°2 de Zárate-Campana que, además de restringir el acercamiento de los alumnos implicados a la escuela, dispuso que se tome declaración a cada uno de sus padres y madres e impartió la orden que derivó en los allanamientos de sus domicilios, donde -a diferencia de lo que se escribió en los chats- no se encontraron armas de ningún tipo.